Sin novedad en el Alcázar (1940)

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Película dirigida por Augusto Genina con Fosco Giachetti, Mireille Balin y María Denis...

Dos jóvenes alumnos de la Academia Militar de Toledo, de permiso en Madrid, reciben la noticia de la sublevación militar del general Franco.
Temerosos de la situación en la capital, deciden presentarse ante su superior en la Academia y ponerse a sus órdenes, lo que hace que se trasladen a Toledo y decidan apoyar desde allí a los facciosos, estableciendo su cuartel general en el Alcázar.

PREMIOS 1940: Festival de Venecia: Mejor película italiana

En el siguiente enlace podrás leer un artículo muy interesante en pdf sobre la película, titulado: El rechazo del pasado

Carátula dvd: Sin novedad en el Alcázar

Versión extendida sin censurar con una duración de 114 minutos.

Cuando comenzó el levantamiento, el Alcázar de Toledo estaba mal preparado para la guerra. La antigua fortaleza en la colina era una academia militar en ese momento, y la mayoría de los estudiantes estaban de vacaciones. Cuando llegaron las noticias sobre el golpe de estado en el sur, la guarnición de esqueletos dio pasos rápidos para unirse a la rebelión. Un escuadrón de cadetes salió del Alcázar y bajó a la Plaza del Zocodover, donde se leyó en voz alta una proclamación (PARA la iglesia y la patria, CONTRA el bolchevismo). Los soldados aprendices luego regresaron al Alcázar y cerraron las puertas detrás de ellos. Aunque nadie se dio cuenta en ese momento, uno de los grandes asedios de la historia había comenzado.

Toledo está a solo 45 millas al sur de Madrid, y allí radica el problema de los nacionalistas. La capital española era abrumadoramente izquierdista, con enormes concentraciones de hombres y equipos. Fácilmente el bastión rebelde más cercano, el Alcázar era el lugar obvio para que el gobierno de Madrid atacara. La artillería y la infantería izquierdistas fueron criadas, y los toledanos con simpatías de derecha se trasladaron al Alcázar por seguridad. Y así sucedió que 800 hombres, mujeres y niños sufrieron seis semanas de asedio. Cuando la guarnición finalmente fue relevada el 27 de septiembre de 1936, el Alcázar era una ruina, pero sus defensores habían resistido.